Hablar con Jesús
Hablar con Jesús para ser sus amigos
Hablar con Jesús
cada día
nos hace mejor la vida.
Aunque no le vemos
nos escucha siempre
y está a nuestro lado.
Índice:
Oraciones básicas del Cristiano:
La Señal de la cruz
El padrenuestro
El avemaría
El Gloria al Padre
La salve
Señor mío, Jesucristo
Yo confieso
Gloria
El credo
Santo
El ángelus
Oración por mis padres
Oración por mis amigos
Índice:
Otras oraciones
24. GRACIAS, JESÚS, POR LA IGLESIA
25. GRACIAS, JESÚS, POR MI PARROQUIA
26. GRACIAS, JESÚS, POR LOS SACRAMENTOS
27. GRACIAS, JESÚS, POR LA IGLESIA QUE NOS HABLA DE TI.
28. GRACIAS POR EL BAUTISMO, POR SER HIJOS DE DIOS
29. NOS DAS UNA VIDA NUEVA
30. GRACIAS, JESÚS, POR LOS MANDAMIENTOS
31. GLORIA A DIOS
32. GRACIAS POR VIVIR EN FAMILIA
33. GRACIAS POR EL DON DE CONVIVIR EN FAMILIA
34. ENSÉÑANOS A ORAR
35. QUEREMOS HACER EL BIEN
36. GRACIAS POR EL PERDÓN
37. GRACIAS POR EL SACRAMENTO DEL PERDÓN
38. GRACIAS POR LA EUCARISTÍA
39. GRACIAS, JESÚS, POR TU PALABRA
40. GRACIAS, POR INVITARNOS A TU MESA
41. JESÚS, PAN DE VIDA
42. LLAMADOS A COLABORAR CON ÉL
43. CREADOS PARA VIVIR SIEMPRE
44. GRACIAS POR LOS SANTOS
45. GRACIAS, POR LA VIRGEN MARÍA
Oraciones básicas del Cristiano:
La Señal de la cruz:
Por la señal de la Santa Cruz
de nuestros enemigos, líbranos Señor,
Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
El padrenuestro
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal. Amén.
El avemaría
Dios te salve, María,
llena eres de gracia, el Señor es contigo,
bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
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El Gloria al Padre
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
La salve
Dios te salve,
reina y madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve. A ti llamamos
los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!,
ruega por nosotros, santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Señor mío, Jesucristo
Esta oración es llamada también Acto de contrición.
En esta oración le decimos a Jesús que nos arrepentimos
y que no queremos perder su amistad.
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío;
por ser vos quien sois, bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis
castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia,
propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia
que me fuere impuesta. Amén.
Yo confieso
Yo confieso
ante Dios
todopoderoso
y ante vosotros,
hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento,
palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa,
por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María,
siempre Virgen, a los ángeles,
a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí
ante Dios nuestro Señor.
Gloria
Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias.
Señor Dios, rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre.
Tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
Tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
Tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo Tú eres santo,
sólo Tú Señor, sólo Tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
El credo
En esta oración expresamos nuestra fe en Dios Padre,
en Jesucristo, en el Espíritu Santo y en la Iglesia.
Creo en Dios,
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
nuestro Señor, que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado
a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne,
y la vida eterna. Amén.
Santo
Santo, santo, santo es el Señor,
Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
El ángelus
Esta oración se la rezamos a la Virgen María recordando el momento más grande de su vida: cuando el ángel le anunció que iba a ser la Madre de Dios.
– El ángel del Señor anunció a María.
– Y concibió por obra del Espíritu Santo.
(Dios te salve, María...
– He aquí la esclava del Señor.
– Hágase en mí según tu Palabra.
(Dios te salve, María...
– Y el Hijo de Dios se hizo hombre.
– Y habitó entre nosotros.
(Dios te salve, María...
– Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
– Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oración:
Derrama, Señor, tu gracia en nuestras almas para que quienes hemos conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su pasión y cruz seamos llevados a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración por mis padres
Gracias, Jesús, por mis padres.
A través de ellos he recibido la vida.
Me cuidan cada día,
me quieren y se preocupan de mí.
Tú has querido que todos nazcamos en una familia.
Tú quieres que yo también tenga una familia.
Para que mis padres me enseñen,
me ayuden a crecer,
a hacer el bien cada día,
a sacar lo mejor que tengo en el corazón.
Aunque algunas veces me equivoco,
ellos siempre me perdonan, y me enseñan.
Yo también los quiero,
y le doy mil besos y abrazos,
para que también yo les pueda hacer felices.
Oración por mis amigos
Gracias, Jesús, por mis amigos.
Me lo paso siempre bien con ellos,
aunque algunas veces nos peleamos,
pero siempre hacemos las paces.
Gracias, porque puedo jugar con ellos,
puedo reirme y pasar bien el rato con ellos.
Compartimos nuestros juegos,
nos ayudamos en el cole,
y siempre queremos que no haya peleas.
Yo, también quiero ser tu amigo, Jesús.
Me han enseñado que tú eres amigo de todos.
Eres el amigo invisible,
pero que se siente en el corazón.
Gracias, Jesús, por los amigos.
GRACIAS, JESÚS, POR LA IGLESIA
Gracias, Jesús, por la Iglesia,
familia de los hijos de Dios,
de los que quieren vivir como Tú,
es tu familia y
nuestra familia cristiana,
en ella nos sentimos hijos de Dios.
Gracias, Jesús, porque a través de ella
te podemos conocer y querer.
Ella sigue transmitiendo
tus enseñanzas a todos,
tu amor y tu perdón.
Ayúdanos a vivir tus enseñanzas
y que tú Espíritu nos ayude
a ser cristianos valientes
a hacer el bien cada día. Amén
GRACIAS, JESÚS, POR MI PARROQUIA
Tú, Jesús, has querido estar cerca de todos,
por ello has querido que en cada barrio,
en cada pueblo, haya una Iglesia, una Parroquia.
En ella, nos dan el Bautismo,
podremos recibirte en la Eucaristía,
nuestros padres se han casado
y has bendecido su amor.
Tú, nos has dado a los Apóstoles,
y nos das nuevos Apóstoles en los Obispos,
y nos das al Papa, sucesor de San Pedro.
También nos da a los Sacerdotes
para que en tu nombre,
nos hablen de Ti en la Catequesis,
y nos den los Sacramentos.
Gracias, Jesús, por mi Parroquia,
es tu casa para nosotros.
GRACIAS, JESÚS, POR LOS SACRAMENTOS
Gracias, Jesús, porque has querido
que todos participemos de tus dones.
Nos dejado los Sacramentos
para que todos recibamos el don de la fe,
y todos tengamos tus mismos dones.
Gracias por el Bautismo
que nos hace hijos de Dios y miembros de la Iglesia
Gracias por la Eucaristía,
que nos da tu misma presencia cada Domingo.
Gracias por el Sacramento del Perdón
que nos perdona nuestros pecados.
Gracias por el Sacramento del Matrimonio,
porque así mis padres han formado una familia cristiana
con tu bendición.
Gracias por el Sacramento de los Sacerdotes
que te hacen presente siempre en la Iglesia.
GRACIAS, JESÚS, POR LA IGLESIA
QUE NOS HABLA DE TI.
Gracias, Jesús, por la Iglesia
que nos habla de Ti a todas las personas,
y nos da tu bondad y tu amor.
Gracias por tantas personas
que trabajan por la Iglesia, Jesús.
Sacerdotes, Catequistas, Obispos,
misioneros, religiosos y religiosas,
el Papa y todos los cristianos.
Gracias, por tanto bien
que hace la Iglesia a las personas.
Tú, nos llamas a colaborar a todos.
Queremos participar
con todos los dones que nos has dado
GRACIAS POR EL BAUTISMO, POR SER HIJOS DE DIOS
Gracias porque un día nuestros Padres
nos bautizaron para ser cristianos, hijos de Dios.
Tú, Jesús, has querido
que todos conozcamos que nuestra vida viene de Dios.
Que Dios nos ha creado y que somos sus hijos,
y así, en el Bautismo nos podemos reconocer hijos de Dios.
Gracias, porque hemos podido conocer tu amor,
el bien que tú deseas para todos,
que haya paz, que no haya peleas,
que nos respetemos, aunque seamos diferentes,
que nos ayudemos unos a otros
que no seamos egoístas y compartamos las cosas,
que vivamos como hermanos,
que estemos cerca de los que sufren, también.
Gracias, Jesús, porque Tú nos das
una nueva forma de vivir, de convivir y de amar.
NOS DAS UNA VIDA NUEVA
Te damos gracias, Jesús,
porque desde el Bautismo
nos has dado también al Espíritu Santo.
Haznos más consciente de tu Espíritu
para que los cristianos vivamos siempre
con los frutos del Espíritu Santo,
con alegría, con amor, con fe,
y con todos sus frutos.
Queremos vivir como nos enseñas
en la familia, en el cole y con los amigos
y decir lo grande que Tú, eres, Jesús.
GRACIAS, JESÚS, POR LOS MANDAMIENTOS
Gracias, Jesús,
por los Mandamientos que nos hado,
son el mejor camino para vivir.
Nos enseñas a amar a Dios
porque Él nos ama y nos ha dado la vida y el mundo.
Nos enseñas a vivir
y querer en familia,
¡Qué alegría es tener una familia!
Nos enseñas a respetar la vida
de cada persona,
a respetar sus bienes,
a no engañar, y vivir en la verdad.
Nos enseñas a ayudar al que sufre
y a ser generoso, porque todo eso
nos hace mejor la vida y más felices.
Gracias, Jesús, por los Mandamientos de Dios.
GLORIA A DIOS
(Esta es la oración que se reza en la Eucaristía, para dar gracias y gloria a Dios)
Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz
a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria
te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias.
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor Hijo único Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre.
Sólo tú eres Santo,
sólo tú Señor,
sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
Amén.
GRACIAS POR VIVIR EN FAMILIA
¡Gracias, Padre Dios,
por nuestra familia y
por los padres que tenemos y nos quieren.
Gracias, porque cada día se preocupan por nosotros.
Gracias Jesús,
porque Tú nos amas
y nos ayudas a amar en familia.
Tú te preocupas
de las familias que sufren,
Tú quieres el bien
para cada familia.
Danos tu ayuda
en los momentos difíciles,
para que sepamos perdonarnos,
comprendernos unos a otros,
y, sepamos ayudarnos cada día.
GRACIAS POR EL DON DE CONVIVIR EN FAMILIA
Enséñanos, Jesús, a convivir en familia,
a acoger en nuestra familia
el camino de la verdad,
y del respeto y amor.
Ayúdanos a quitar
lo que nos hace menos felices, el rencor, la rivalidad, la mentira, el desprecio, la burla, la pereza, y la comodidad.
Ayúdanos a vivir en la familia y llevar a la calle: la paz, la verdad, el bien, la ayuda, la colaboración, el compartir, el perdón, y podamos, así, vivir
como nos enseñas y ser tua amigos.
ENSÉÑANOS A ORAR
Gracias, Jesús, porque podemos hablar contigo,
y hablar con Dios, sabiendo que nos escucha.
Nos das la certeza de que nos acompañas,
no estamos solos.
Tú, hablabas con Dios,
y nos enseñas también a orar a Dios,
con esa oración tan bonita del Padre Nuestro.
Enséñanos a orar,
como enseñabas a los discípulos,
para que podamos tener a Dios siempre en el corazón.
Enséñanos a orar en familia,
para que todos juntos tengamos cerca a Dios,
y vivamos con la alegría de los hijos de Dios.
Enséñanos a orar en la Eucaristía,
para que te sintamos también cerca de nosotros,
y que tus Palabras nos lleguen al corazón.
Enséñanos a orar en la Catequesis,
con nuestros compañeros y catequistas.
QUEREMOS HACER EL BIEN
Jesús, ayúdanos a decir siempre «sí» a Dios.
Ayúdanos a no alejarnos de Dios.
Contigo queremos hacer el bien de Dios.
Sabes, Jesús, que a veces nos equivocamos,
que nos sale de dentro algo que no nos damos cuenta,
pero queremos hacer siempre el bien.
Danos tu fuerza,
para ser más pacíficos, para ser más pacientes,
para que nos salga la alegría más que la tristeza,
para que nos salgan las ganas de ayudar,
más que ser cómodos y caprichosos.
Danos tu ayuda, Jesús, para hacer el bien cada dái.
Que todos tus hijos, Padre Dios, vivamos el amor,
el bien para todos y tu amistad siempre.
GRACIAS POR EL PERDÓN
Jesús, nos gusta la historia
que nos has contado del Padre del hijo pródigo.
Porque es un padre que perdona a su hijo,
aunque el hijo no ha obrado bien.
Si nosotros, alguna vez, no hacemos el bien,
si nos alejamos de Ti,
sabemos que también nos vas a perdonar,
si cambiamos el corazón como el hijo pródigo,
si volvemos a tu casa, si nos arrepentimos.
Qué bueno eres Padre, Dios,
qué bueno eres, Jesús,
porque no te cansas de perdonar,
Tú siempre esperas que cambiemos,
que hagamos mejor las cosas,
que busquemos el bien.
Gracias, por el perdón que recibimos siempre.
GRACIAS POR EL SACRAMENTO DEL PERDÓN
(Esta oración se reza antes del Sacramento del Perdón, o la Reconciliación)
Yo confieso
ante Dios
todopoderoso
y ante vosotros,
hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento,
palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa,
por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María,
siempre Virgen, a los ángeles,
a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí
ante Dios nuestro Señor.
GRACIAS POR LA EUCARISTÍA
Gracias, Jesús, porque nos has dado la Eucaristía.
Qué bonito recordar juntos tu Última Cena.
Qué bonito recordar juntos tu Última Cena.
Qué hermoso saber que Tú, te haces presente en la Eucaristía,
que nos reúnes a todos junto a Ti.
Que sorprendente,
que en todos los lugares del mundo
te puedas hacer presente en la Eucaristía,
por la fuerza de tu Espíritu Santo,
porque desde tu Resurrección vives para siempre.
Tú nos has dicho que hagamos esto en memoria tuya,
porque Tú vas a seguir dándonos tu vida, tu amor,
Tú sigues llegando al corazón de los que te invocan.
Gracias, Jesús, porque la Eucaristía
es un momento especial, donde rezamos y cantamos todos con alegría
y te podremos recibir en nuestro corazón.
Gracias, Jesús, porque nos estamos preparando
para participar en ella.
GRACIAS, JESÚS, POR TU PALABRA
Gracias, Jesús, porque nos has dejado tu Palabra,
la misma para todos, en cada lugar del mundo.
Gracias, porque con tu Palabra
nos enseñas lo mejor para nuestra vida,
nos das a conocer a Dios y su amor de Padre,
nos enseñas el valor que tenemos para Dios,
el valor de nuestra vida como personas,
y la forma más segura para convivir juntos
venciendo toda dificultad.
Gracias, Jesús porque tu Palabra es sencilla,
y es para todos.
Nos revelas el Reino de Dios,
nos muestras el sentido de nuestra vida
y nos aseguras tu amor y tu perdón.
Gracias, Jesús, porque nos hablas al corazón.
GRACIAS, POR INVITARNOS A TU MESA
Gracias, Jesús, porque nos invitas a tu mesa.
La mesa compartida de la Eucaristía.
Tú quieres que seamos fuertes,
que hagamos el bien con valentía,
por eso nos das tu Pan, tu Cuerpo sagrado,
para que tengamos tu fuerza, tu amor,
y así también nosotros podamos seguir haciendo el bien como Tú.
Gracias, Jesús, porque vamos a recibir tu presencia en la Comunión.
A veces, me admira, todo este milagro de la Eucaristía
pero creo que por tu Resurrección lo puedes todo.
Gracias, porque Tú invitas a todos a tu mesa,
quieres que todos hagamos el bien,
que no rechacemos a nadie, que no nos olvidemos de nadie,
que ayudemos a los que sufren,
que hagamos reír y demos alegría a todos.
JESÚS, PAN DE VIDA
Gracias, Jesús, porque
te has manifestado como el Pan que da la vida.
Has querido quedarte así, en cada Eucaristía.
Tú eres como el pan que da la vida,
el pan que nos alimenta,
el pan que nos hace fuertes,
el pan sabroso que nos quita el hambre.
Tú eres el Pan de Vida,
porque nuestra vida crece cuando amamos,
y nadie nos ama como Tú,
porque nuestra vida es más dichosa cuando nos sentimos acompañados,
y Tú siempre nos acompañas.
Tú eres el Pan de Vida,
porque contigo la vida sabe mejor,
Tú vences nuestros males, nos salvas,
nos amas, nos perdonas, siempre.
LLAMADOS A COLABORAR CON ÉL
Gracias, Jesús, por el mundo que nos has dado,
cuántas cosas buenas que tenemos para vivir.
Pero también quieres que el mundo sea mejor
que no haya dolor, que las personas no tengan que sufrir.
Nos llamas, a colaborar con nuestro trabajo,
para hacer mejor la vida,
para que nadie tenga que sufrir,
nos llamas a ayudar a los que sufren,
a hacer lo posible para que cambien las cosas.
Danos tu fuerza y tu sabiduría,
para hacer las cosas bien,
para vivir desde Ti, haciendo el bien cada día,
venciendo los egoísmos, y buscando el bien para todos.
Te pedimos por las personas que sufren,
que podamos todos hacer la vida mejor para todos.
CREADOS PARA VIVIR SIEMPRE
Jesús, gracias,
porque nos enseñas a decir “sí” a Dios,
y al bien de Dios para todos.
Tú nos enseñas a amar,
a ayudar a los que sufren,
a compartir con los pasan hambre y necesidad,
a ser solidarios, a poner paz
y a dar alegría.
Tú quiere el bien para todos,
Tú, nos concedes que esperemos una vida para siempre
que nada nos aleje de Ti, y de tu amor.
GRACIAS POR LOS SANTOS
Gracias, Jesús, por los Santos,
los cristianos que han vivido con mucha confianza en Ti,
y han querido hacerlo siempre.
Gracias, por tantos Santos,
tantas personas buenas,
que han hecho lo que Tú seguirías haciendo hoy,
en muchos lugares del mundo.
Gracias, por las personas buenas,
las personas cristianas,
que viven de forma sencilla y valiente su fe en Ti.
Gracias, por la Santísima Virgen María,
ella que es la que más nos enseña a seguirte,
y la que nos cuida como Madre.
GRACIAS, POR LA VIRGEN MARÍA
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y, después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!